¿Qué es el TOC? ¿Cómo lo tratamos?
El transtorno obsesivo compulsivo (TOC) es un tipo de transtorno caracterizado por pensamientos obsesivos, los cuales generan malestar y ansiedad, y como consecuencia, la persona lleva a cabo conductas compulsivas (rituales), con el fin de reducir ese malestar.
Cuando hablamos de obsesiones, nos referimos a palabras, ideas o imágenes recurrentes i persistentes que se experimentan de forma intrusiva o no deseada, siendo reconocidas por el sujeto como irracionales o molestas, y que van unidas habitualment con miedio i ansiedad. A menudo, las obsesiones se manifiestan como miedo a la contaminación o a la suciedad, temor a padecer en pròpia persona o en otros algun daño o dolència, mantenimiento persistente de las cosas simétricas o en orden perfecto, pensamientos agresivos u horrendos de lastimarse a sí mismo o a otros, pensamientos indeseados de tipo religioso o sexual… Debido al malestar que generan, la persona intentarà ignorarlos, suprimirlos o neutralizarlos con algun otro acto o pensamiento, es decir, realizando una compulsión, de acuerdo con reglas que ha de aplicar de manera rígida. La compulsión se manifiesta como una fuerza interior que determina i domina el pensamiento i la acción de la persona en contra de su voluntat.
En general, el TOC se inicia en la adolescència o al inicio de la vida adulta, però también se han identificado casos en niños pequeños. El TOC se considera un transtorno crónico y los síntomas suelen manifestarse de manera gradual, variando en cuanto a su gravedad según periodos de estrés a lo largo de toda la vida. La interferencia que produce el TOC puede ser desde moderada a grave, llegando a ocupar desde minutos a horas, causando un malestar significativo en el funcionamiento de la persona que lo padece.
Muchos de los pacientes TOC padecen transtornos asociados: episodios depresivos, fòbias, ansiedad de separación, ansiedad generalitzada, i del espectro TOC: arrancarse los pelos o cabellos (tricotilomania), preocupación desmedida por un defecto corporal existente però magnificado (dismorfobia), realización de actos dañinos autodirigidos, de magnitud variada (autoinjuria), transtornos de conducta alimentaria, perocupación excessiva por enfermedades (hipocondria), etc.
Desde la consulta, tratamos el TOC mediante técnicas cognitivo-conductuales de primera elección. En este caso, la exposición con prevención de respuesta (EPR) es una técnica eficaç para la mayoría de los pacientes. Los efectos positivos perduran una vez finalizado el tratamiento. Con la técnica EPR, se persigue conseguir una tolerancia a la ansiedad, que conlleva la exposición al estímulo, sin tener que recurrir al ritual para mitigarla. De este modo, se extingue el sistema de respuesta compulsiva a las obsesiones. En una segunda línia o como apoyo a esta técnica, también es útil la teràpia cognitiva dirigida fundamentalmente a corregir ideas falsas o sobrevaloradas.