El efecto que el coronavirus está generando en el funcionamiento de nuestras vidas es notable, haciéndonos replantear una nueva manera de estructurarnos en estos días de confinamiento. Cabe decir que el impacto psicológico del coronavirus, a nivel individual, dependerá de cómo cada persona gestione esta situación, así como de la red de apoyo con la que cuente.
Aunque llevamos pocos días de confinamiento, a medida que pasen las semanas, la situación de tensión por estar aislados, así como la incertidumbre y preocupación por lo que puede pasar, puede dar lugar a varios síntomas psicopatológicos, tanto a nivel individual como familiar, como: cuadros de angustia, preocupaciones, miedos, hipocondría, inestabilidad emocional; pudiendo repercutir de forma negativa en la salud mental de las personas si no se trata a tiempo.
Estas son algunas recomendaciones que nos pueden ayudar en esta situación:
- Planificar rutinas en casa. Resultará fundamental tener los días entre semana mínimamente organizados, tanto a nivel personal como familiar. Podemos aprovechar para organizar cosas que tenemos pendientes del trabajo, los estudios o de casa. Mantenernos ocupados en la medida de lo posible favorecerá nuestro bienestar.
- Practicar ejercicio físico. En casa también podemos practicar ejercicio físico, ya sea por uno mismo o con aplicaciones o vídeos de youtube. Está científicamente comprobado que la práctica habitual de ejercicio nos ayudará a reducir de forma significativa los niveles de ansiedad, generando una liberación de endorfinas y encefalinas, que nos producirán una mayor sensación de placer y bienestar.
- Mantener horarios de sueño e ingesta. Aunque no se vaya físicamente a trabajar o en clase, será fundamental disponer de unos horarios pautados, que permitan tener unas rutinas de sueño e ingesta saludables.
- Tener la mente activa. La realización de prácticas de estimulación cognitiva resultará fundamental para tener la mente en forma y ocupada, ya sea en forma de juegos cognitivos y/o estrategia, leer o aprender algo nuevo...
- Rutinas de desconexión de las noticias. Es muy importante no saturarnos de información. Estar permanentemente conectados a los medios de comunicación, no nos hará estar mejor informados, haciendo aumentar unos niveles innecesarios de riesgo y alarmismo.
- Establecer rutinas sociales. Mantener la comunicació con familiares o amigos, aunque sea de forma telefónica o virtual, nos ayudará mucho a convivir en esta situación de crisis. Está demostrado que el hecho de sentirnos unidos y apoyados en momento difíciles, alivia significativamente el impacto de los sucesos estresantes.
- Procurar mantener la calma y evitar conflictos innecesarios. Nos podemos encontrar en momentos que estemos irritados o confusos, pudiendo dar lugar a relaciones conflictivas con la gente que nos rodea. Para ello será necesario saber identificar y reconocer los pensamientos y/o emociones que nos puedan generar malestar. El hecho reflexionar excesivamente sobre lo que nos preocupa o inquieta, no nos ayudará. En ciertos casos convendrá la consulta a profesionales que le proporcionen herramientas adecuadas para manejar esa dificultad.