El manejo emocional en la relación de pareja
Ante determinadas situaciones adversas, conflictos y discusiones, hay parejas que saben resolver el problema de manera satisfactoria y, en cambio, hay otros que por más que lo intentan no lo consiguen, sufren y no encuentran la manera de salir adelante. Buena parte de la respuesta está en el uso de su inteligencia emocional.
Pero, qué es la inteligencia emocional? El psicólogo norteamericano, Daniel Goleman, en 1995 en su libro «Emotional Intelligence» la define como la capacidad que permite ser consciente de las emociones, comprenderlas, gestionarlas en uno mismo y en los demás. Las personas con alta inteligencia emocional, al ser capaces de identificar, entender y gestionar de sus propias emociones, tienen más facilidad para empatizar en sus relaciones interpersonales y de pareja, y al mismo tiempo, adquieren un mayor control de sus impulsos en momentos de ira o rabia.
En los tiempos en los que vivimos, en los que el trabajo, el cuidado de los hijos, las responsabilidades y tareas del día a día ocupan prácticamente la mayor parte de nuestro tiempo, se hace difícil encontrar momentos para nosotros, explorar cómo nos sentimos y ver de qué manera nuestros estados emocionales pueden llegar afectar nuestra relación de pareja. Encontrar momentos para la pareja en los que compartir y explicarse todas aquellas experiencias y vivencias que puedan ser de interés, permitirá fomentar una relación de mayor confianza y un vínculo más armonioso en la relación. Para ello, tan importante será saber expresarse como saber escuchar. En muchas relaciones de pareja, el poder de la escucha es mayor de lo que pensamos y no se utiliza lo suficiente. Los efectos de una escucha activa permiten a la persona que se expresa purgar todas aquellas tensiones y conflictos que le generan malestar, establecer el vínculo idóneo para la comprensión y el entendimiento mutuo, y facilitar una adecuada predisposición a escucharnos cuando sea el momento.
Aunque en muchas ocasiones puede resultar difícil o molesto escuchar cosas que no nos gustan, será importante establecer una atmósfera de consideración y respeto en los que el punto de vista del otro no sea visto como un ataque, sino como una nueva manera de entender la situación para poder encontrar puntos de unión en los que ponerse de acuerdo.
Si bien es cierto que hay casos y problemáticas de muchos tipos, no siempre es fácil llegar a un buen entendimiento y, en muchas ocasiones, las emociones negativas nos pueden llegar a sobrepasar y hacernos sentir desbordados por una realidad que no podemos afrontar. Para mantener un buen vínculo con nuestra pareja resultará esencial aceptar al otro tal como es y evitar cualquier tipo de descalificación. Los reproches, las críticas, la falta de conversación y las dificultades para mirarse en la cara cuando se habla pueden ser algunos de los indicativos que muestran que la relación de la pareja no tardará en estar en crisis. En estos casos será fundamental realizar un trabajo emocional con los dos miembros de la pareja, en los que poder identificar y reconocer las emociones que entorpecen la relación, proporcionar recursos de autorregulación emocional que permitan afrontar las dificultades y promover la aceptación y la comprensión del otro con el fin de que los miembros de la pareja encajen en un sistema en el que su relación sea satisfactoria a las circunstancias en que se encuentran.
Desde el trabajo que realizo en terapia, se tiene muy presente que cada persona y cada pareja es diferente y necesita aprender unas habilidades u otras en función de sus características y necesidades. Evidentemente, no siempre es posible ni es fácil adecuar las emociones apropiadas a las circunstancias. Tal como dice Aristóteles: "Cualquier persona puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso , ciertamente, no resulta tan sencillo".